El bienestar animal, un concepto “estrechamente relacionado con la salud de los animales, la salud y el bienestar de las personas y la sostenibilidad de los sistemas socioeconómicos y ecológicos”, según la definición de la Organización Mundial de Sanidad Animal, suscita cada vez un mayor interés en la sociedad.
La Comisión Europea le otorgó un papel protagonista en su estrategia ‘De la granja a la mesa’ con el objetivo de mejorar la salud de los animales y la calidad de los alimentos, reducir la necesidad de medicación y contribuir a preservar la biodiversidad.
Durante estos meses se han ido revisando, a nivel comunitario, las disposiciones vigentes en materia de bienestar animal, como las relativas al transporte, al sacrificio de animales o al etiquetado. Se trata de una cuestión que está sobre las mesas de trabajo de las principales instituciones.
En la búsqueda del bienestar animal, el cuidado de la sanidad desempeña un papel crucial, ya que se centra en prevenir, controlar y tratar enfermedades en poblaciones animales. Existen varias vías por las que la sanidad animal contribuye al bienestar de los animales. Una de las más importantes es la prevención de enfermedades, a través de medidas como la vacunación, la bioseguridad y la gestión adecuada de la cría y el manejo. Al prevenir la propagación de enfermedades, se reducen el sufrimiento y la mortalidad de los animales.
También contribuye la detección temprana. Una vigilancia constante ayuda a identificar brotes de enfermedades en etapas iniciales, lo que permite tomar medidas rápidas para controlar la propagación de enfermedades y minimizar su impacto en una explotación.
Si la enfermedad se ha abierto paso, una gestión correcta de la sanidad animal garantiza que reciban el tratamiento adecuado y los cuidados necesarios. Esto puede incluir la administración de medicamentos bajo la supervisión de profesionales veterinarios.
Si los animales se mantienen en buenas condiciones de sanidad, mejora su calidad de vida y, por tanto, su bienestar. Los animales enfermos experimentan dolor, malestar y estrés, lo que afecta negativamente su bienestar general.
Los profesionales de la sanidad animal tienen, asimismo, un importante papel educativo que jugar por la valiosa información que pueden llegar a brindar a los propietarios de explotaciones ganaderas en cuanto al adecuado cuidado de sus animales en materia de nutrición, alojamiento y manejo.
Todo ello convierte a la sanidad animal en uno de los principales garantes del bienestar y la calidad de vida de los animales, sobre todo en el ámbito de la producción animal. La prevención de enfermedades, la transmisión de los cuidados adecuados y la realización prácticas responsables contribuyen significativamente a la mejora de la vida de los animales.
¿Cómo pueden contribuir las nuevas normativas sobre bienestar animal en la Unión Europea?
Las nuevas normativas sobre bienestar animal introducirán estándares más estrictos en términos de alojamiento, cuidados y manejo de animales en diferentes contextos.
También llegarán cambios en el transporte de animales. Los requisitos serán más estrictos y tendrán muy en cuenta los períodos de descanso y el constante acceso a agua y comida.
Las nuevas normativas incluirán, asimismo, requisitos para la formación de personas que trabajan con animales, asegurando que tengan conocimientos sobre las necesidades y el bienestar de los animales bajo su cuidado. Además, podría haber un mayor énfasis en la supervisión y el cumplimiento de estas normativas.
También recibirá mayores incentivos la innovación tecnológica. Se fomentará la inversión en investigación y desarrollo de tecnologías que mejoren el bienestar animal, como los sistemas de monitoreo y control automatizado en la producción animal.
