En las explotaciones porcinas es fundamental lograr un rendimiento reproductivo óptimo para que los programas de inseminación sean exitosos y que los resultados globales de producción sean rentables. Para ello, los programas de manejo y tratamiento reproductivos son clave.
Importancia de la gestión reproductiva en cerdas
La gestión reproductiva resulta crucial para el éxito económico de las explotaciones porcinas. La mayoría de las explotaciones basan sus sistemas productivos en el manejo por lotes homogéneos; para conseguir crearlos necesitan sincronizar el comienzo de los celos de tal forma que las inseminaciones o cubriciones se realicen simultáneamente y se puedan agrupar los partos. Así, las cerdas paren por grupos y los lechones que se destinan a cebo tienen edades y tamaños similares.
Por otra parte, las técnicas de sincronización e inducción de celos permiten predecir y controlar la salida a celo de las cerdas para evitar que puedan pasar desapercibidas las que tienen celos silentes o alguna patología reproductiva. De esta manera, se asegura que queden cubiertas el máximo número de cerdas en cada ciclo.
Así funciona el ciclo estral de las cerdas
Para comprender cómo salen en celo las cerdas, es útil conocer el funcionamiento de las hormonas sexuales y su efecto sobre los ovarios.
Los órganos implicados en el ciclo de celo o ciclo estral son el hipotálamo y la hipófisis (alojados dentro del cráneo, formando parte del cerebro) y los ovarios. Se comunican entre ellos de manera coordinada mediante hormonas, que estimulan el crecimiento de folículos en los ovarios hasta que, finalmente, se liberan ovocitos maduros. Estos esperan la llegada de los espermatozoides para ser fecundados y generar embriones, que darán lugar a los lechones. El hipotálamo y la hipófisis estimulan o inhiben al ovario para que los folículos crezcan, o para que el cuerpo lúteo secrete progesterona y el ciclo se detenga temporalmente.
Los síntomas de celo, cuando la cerda está preparada para ovular, están provocados por los estrógenos, que proceden de los folículos maduros antes de ovular. Así, la cerda muestra inquietud, comportamiento de aceptación del macho, enrojecimiento e hinchazón de la vulva y secreción de moco pegajoso por la vulva.
Hormonas empleadas para la sincronización e inducción del celo en cerdas
Existen fármacos a base de hormonas reproductivas registrados para su uso en porcino que se emplean para mejorar la fertilidad, inducir o sincronizar los celos, o tratar a los animales que tengan alteraciones del ciclo reproductivo. Los métodos que emplean hormonas para influir en el ciclo estral de las cerdas actúan de dos maneras: estimulan la maduración de los folículos e inducen la ovulación, o influyen sobre el cuerpo lúteo y también provocan la ovulación.
- La gonadotropina coriónica humana (HCG) y la gonadotropina sérica equina (PMSG). Se aplican en combinación porque ambas tienen efecto sobre el crecimiento de los folículos del ovario (PMSG) y provocan la ovulación (HCG). Al actuar juntas, tienen un efecto sinérgico, mejorando la fertilidad de las cerdas.
- Los productos a base de progesterona imitan la acción del cuerpo lúteo, deteniendo el crecimiento de los folículos. Cuando se retiran, los folículos crecen de forma sincronizada, y ovulan.
- Las prostaglandinas se emplean para la sincronización al disolver el cuerpo lúteo, aunque no tienen efecto antes del día 12 del ciclo. Para que tengan eficacia, se debe aplicar dos inyecciones.
Estrategias de sincronización de celos dependiendo de la edad de las cerdas
El hipotálamo, la hipófisis y los ovarios comienzan a funcionar de forma sincronizada en tiempos diferentes a partir del momento en que la cerda llega a la madurez sexual. Por eso, las estrategias de sincronización de celos son diferentes dependiendo de los grupos de edad de las cerdas.
En las cerdas prepúberes, cuando están llegando al momento óptimo de su maduración sexual hacia los 160 a 180 días de edad, se puede aplicar HCG y PMSG combinadas con la exposición al verraco para inducir los celos y aumentar la fertilidad. La estimulación visual, olfativa y física del verraco suele provocar descargas del hipotálamo que ayudan a conseguir mejores efectos de la inyección de gonadotropinas.
En las cerdas maduras de más edad, primíparas o multíparas, se pueden emplear HCG y PMSG pero tienen menos interés, porque los ovarios ya han tenido ciclos anteriores y los cuerpos lúteos secretan progesterona. La progesterona tiene un efecto inhibidor sobre el crecimiento de los folículos, por lo que la gonadotropina tiene menos efecto. En este grupo de cerdas, la sincronización es más eficaz con la aplicación de prostaglandinas, que provoca la regresión del cuerpo lúteo. Si se inyectan las cerdas por lotes, saldrán en celo a la vez o en un periodo de tiempo muy cercano, para que sean inseminadas en una ventana de tiempo muy reducida y sus partos sean muy cercanos.
Después de los destetes de los lechones, es deseable que las cerdas vuelvan a salir a celo lo antes posible para volver a cubrirlas y lograr nuevas gestaciones. Durante la lactación, el efecto que ejercen los lechones al mamar inhibe el hipotálamo, por lo que el ciclo hormonal está detenido y las cerdas no salen en celo. Una vez destetados los lechones, se puede inducir el celo con la aplicación de HCG y PMSG y posteriormente se pueden sincronizar los celos con prostaglandinas. Lo ideal es conseguir que entre el 90 % y el 95 % de las cerdas estén en celo a los 10 días después del destete. La inducción del celo tiene la ventaja de que contrarresta los efectos negativos sobre la reproducción de algunos factores, como los nutricionales, el estrés por calor o debido a los cambios de lote, grupos sociales y alojamiento, o algunas enfermedades infecciosas.
Cómo emplear las gonadotropinas para inducir y sincronizar los celos en las cerdas
Ovucel es un producto liofilizado compuesto de 200 UI de gonadotropina coriónica (HCG) y 400 UI de gonadotropina sérica equina (PMSG) que se reconstituye en un inyectable para la inducción del celo en cerdas.
La PMSG se obtiene del útero de las yeguas gestantes y tiene una actividad hormonal similar a la hormona folículo estimulante (FSH), que induce el desarrollo de los folículos y la ovulación. La HCG se forma en la placenta humana y su acción hormonal es similar a la hormona luteinizante (LH), que provoca la ovulación y ayuda a la formación de los cuerpos lúteos. Su acción conjunta ayuda a inducir los celos en las cerdas, en especial en los lotes de cerdas prepúberes y primíparas, cuyos ciclos son menos regulares que los de las cerdas de más edad.