La producción animal se enfrenta en la actualidad a un desafío notorio: asegurar el suficiente suministro de proteína animal a una población en aumento con un enfoque cada vez más sostenible y garantizando el bienestar animal en las explotaciones.
Con este doble objetivo, el de contribuir a la eficiencia productiva de los animales mientras se respalda su bienestar, se introdujeron en la dieta animal los piensos o suplementos alimentarios fitogénicos.
¿Qué son los compuestos fitogénicos?
Se trata de sustancias de origen vegetal que poseen propiedades que pueden contribuir de diversas maneras a la salud animal. Estos compuestos incluyen aceites esenciales, extractos de hierbas y especias, entre otros. En alimentación animal se proporcionan suplementos para ayudar en la mejora de la salud intestinal y la estimulación del sistema inmunológico.
Entre los principales beneficios asociados a los fitogénicos en la alimentación de animales de producción destacan la mejora del rendimiento productivo, las propiedades saludables que aportan y la consecuente mejora de la calidad del producto final.
En cuanto a la mejora de la eficiencia productiva, existen estudios que demuestran que la inclusión de fitogénicos en los piensos de una explotación puede mejorar el rendimiento de los animales, incluyendo el aumento de la ganancia de peso, la eficiencia alimentaria y la producción de carne y leche.
Además, muchos fitogénicos poseen propiedades antioxidantes, antimicrobianas y antiinflamatorias, lo que puede contribuir a la salud animal y a reducir la necesidad de antibióticos en la producción animal.
Asimismo, la introducción de estos piensos fitogénicos en la dieta de animales de producción puede mejorar la calidad de productos como la carne y la leche al influir en la composición nutricional y en la reducción de compuestos indeseables.
Su papel en la prevención de enfermedades
Una de las claves de la utilización de fitogénicos en la alimentación ganadera es el importante papel que pueden jugar en la prevención de enfermedades.
A esto contribuyen, en primer lugar, las propiedades antimicrobianas que presentan muchos de ellos y que les permiten jugar un papel activo en la lucha contra la proliferación de microorganismos patógenos en el tracto gastrointestinal de los animales y minimizar el riesgo de infecciones.
También contribuyen a la estimulación del sistema inmunológico. Algunos promueven la producción de citocinas y otros componentes del sistema inmunológico, lo que confiere a los animales mayor capacidad de resistencia ante enfermedades.
Estos piensos complementarios o suplementos nutricionales hechos a base de plantas de origen natural ayudan, asimismo, a estimular la respuesta antiinflamatoria de los animales.
Uno de sus puntos fuertes es que colaboran, además, en la consecución de una buena salud intestinal al modular el microbiota del animal, lo que contribuye de manera decisiva a la digestión y a una correcta ingesta de nutrientes.
No se pueden obviar tampoco los efectos antioxidantes de algunos fitogénicos, que ayudan a neutralizar los radicales libres y reducir el estrés oxidativo en el cuerpo de los animales. Esto puede tener beneficios para la salud celular y la prevención de enfermedades asociadas con el daño oxidativo.
Considerando todo lo anterior, resulta evidente que pueden contribuir a la reducción del uso de antibióticos en la producción animal.
Las investigaciones en curso en este campo serán decisivas para avanzar en la comprensión de los mecanismos de este tipo de aditivos y perfeccionar su empleo en el ámbito de la prevención de enfermedades.